El año 1884 la Federación Americana del Trabajo organizó el IV Congreso en la ciudad de Chicago, para reclamar la reducción de las horas de trabajo (12 horas a 8) y del trabajo en condiciones insalubres, esclavizantes, con castigos terribles por parte de los capataces a cargo de los trabajadores. El 1º de mayo de 1886 el presidente Andrew Johnson promulgó la ley que obligaba a la patronal a la reducción de las horas de trabajo, cosa que no se cumplió.
Ésto motivó a los trabajadores a manifestarse en huelga en repudio al incumplimiento de la ley y por toda respuesta obtuvieron encarcelamiento, condenas a muerte a los que hoy se conocen como los "mártires de Chicago".
Hoy, se recuerda aquellas tristes circunstancias pero no hay que perder de vista que , si bien es cierto que en la actualidad muchos gozamos de trabajo, no debemos olvidarnos que son muchos los que lo hacemos en condiciones y medio ambiente poco saludables. Más alla de cualquier circunstancia , los trabajadoes tenemos derechos adquiridos durante años y no sería bueno perderlos por apetencias personales de poder. Los docentes somos formadores y enseñamos, por eso nuestro rol dentro de la sociedad es tan importante. Unidos venceremos cualquier signo de prepotencia sobre los trabajadores.